viernes, 14 de junio de 2013

DIA DEL PADRE

El "día comercial" del Padre, como fecha social, se acerca, dicen las cámaras de comercio y el mercado. Pero podemos convertir el día en una oportunidad para reflexionar sobre la paternidad.
En mis pocos años de experiencia docente con niños, adolescentes y jóvenes observo y reflexiono: "el autoritarismo paterno fenece pronto. La autoridad permanece". Hay muchos padres que se limitan a dar lecciones de vida (tienes que hacer esto, no hagas aquello, no digas malas palabras, no debes discriminar...), pero no dan ejemplos de vida (no hacen lo que dicen, dicen malas palabras, discriminan, ofenden... y hasta son violentos). Eso es autoritarismo paterno. Dura poco tiempo, Dura hasta que el hijo o hija advierte la contradicción y autoritarismo. Cuando esto sucede los hijos o hijas desobedecen,  hacen todo lo contrario, "dicen malas palabras", discriminan... y también se vuelven violentos. Y esto se evidencia en el lugar sociabilizante por excelencia: la escuela.
Al contrario, un padre con autoridad, es decir, un padre que es ejemplo diario de vida, no solo educa un niño o niña, sino que esta educando una persona integral. La autoridad paterna permanece para siempre, porque hay coherencia de vida (hace lo que dice y dice poco lo que hace).
¡Feliz dia a todos los padres con autoridad!

jueves, 16 de julio de 2009

Dios perdona siempre, el hombre, a veces, la naturaleza nunca


La gripe H1N1 pone en aprietos al sistema asistencialista, con el que se sostiene la actual democracia de los países como el nuestro (Argentina). Si suspendemos las clases y las actividades asistenciales a los grupos sociales en riesgo (comedores, copa de leche, merenderos, centros integradores comunitarios), ¿cómo se asistirá a los niños, a los ancianos, a los desnutridos, a las mamás embarazadas… que, en muchos casos, es la única comida o alimento que tienen al día? Ya no se los podría “juntar” para asistirlos. Y es que nunca se los debería haber “juntado” para asistirlos. La política al servicio del ser humano, debería haber mantenido, a “rajatabla” (como decía el mejor alumno riojano de los `90) la familia como el lugar donde el ser humano puede desarrollarse integralmente: alimentarse, educarse, curarse, cuidarse, vestirse, y el trabajo – empleo como la herramienta fundamental de la sociedad para su progreso integral. La naturaleza no perdona, cada vez que queremos torcerla, ella misma muestra de algún modo cuál es el camino de ser humano… La naturaleza no perdona. La gripe no es la causa de todos los males, pero los muestra con crudeza. Ojala nuestros gobernantes, por una vez, tengan en cuenta, y con una respuesta integral, a estos grupos sociales en riesgo que no pueden quedarse sin su alimento diario.

Prof. Celestino M. Viveros

domingo, 21 de junio de 2009

No hagamos leña del arbo caido

En un parte de prensa del Partido Obrero de Salta, Gabriela Cerrano, y sus pares porteños, ven el momento oportuno para hacer leña del arbol caido, con el caso de Julio Grassi. Es el mismo oportunismo de los fariseos del tiempo de Jesús.

Con el criterio expuesto en el parte de prensa también se debería prohibir a los psicólogos ejercer su profesión, por el caso de Jorge Corsi, (psicólogo, especialista en violencia familiar, de fama internacional). Según este mismo criterio también se debería prohibir a todos los docentes estar frente a alumnos, por el siguiente caso:

Sábado 06 de Junio de 2009 Policiales
Un docente de 67 años, que extrañamente se hallaba al frente de un grado de un establecimiento primario, fue detenido por la Policía luego de que un grupo de padres lo denunciara por "toquetear" lascivamente a sus hijas, todas de 9 años y que concurren a la escuela Arístides Nibis, de San Ramón de la Nueva Orán.

El criterio y pretensión de Gabriela Cerrano (opinión) es extremista y obsesivo. Con ese criterio deberíamos estar viviendo en un estado paradisíaco, donde según las religiones monoteístas, el ser humano no hacía ningún mal, ni atentaba contra el otro, ni le hacía daño, ni sus pasiones dañaban la inocencia de los niños. Pero la verdad es que vivimos un mundo real y de seres humanos que cometemos errores que merecen y deben ser analizados, juzgados y condenados. Pero pretender que por el acto humano (juzgado como culpable) de un miembro, y hasta de muchos miembros, como en Irlanda, “la católica”, se juzgue y condene a toda la Institución parece extremista y obsesivo.
Entiendo que la Iglesia Católica es el enemigo número uno de las ideologías marxistas, neomarxistas, socialistas, comunistas, o la idea en la que milite Gabriela Cerrano, pero es obsesivo “hacer leña del árbol caído”. Hay mucha historia recorrida y entre luces y sombras algo bueno “habrá hecho” la Iglesia Católica. Hay mucho por analizar, juzgar y condenar. Pero no se puede borrar con “un” codo lo escrito por “muchas manos”.
Creo que le criterio de Gabriela Cerrano y “otros y otras” es contradictorio. Si la idea es construir una verdadera democracia, en libertad, respeto, convivencia pacífica, no violencia, ni discriminación, es contradictorio querer eliminar al enemigo. Creo que lo nuevo debe convivir con lo viejo, para renovarlo. La pluralidad de voces vive cuando se las armoniza, no cuando se impone el silencio a unas o a todas.

En cuanto a que "El Estado debe reconvertir los hogares de la Curia en instituciones públicas, con personal capacitado que trabaje para la revinculación familiar cuando corresponda y siempre en la contención de los niños según sus necesidades...” hay que decir que anterior a suprimir esta modalidad habría que insistir en el rol del Estado en la sociedad argentina. NO deberían existir hogares de niños y adolescentes si el Estado se ocupara de generar y sostener las condiciones de estabilidad laboral, pleno empleo, trabajo, producción, industria, agro, un empleo por familia (que un papá o mamá gane lo suficiente para que ambos, según su rol desarrollen plena e integralmente su familia). El Estado debería custodiar y respetar el principio de subsidiariedad con todas las instituciones que favorezcan el desarrollo integral de la sociedad argentina. En primer lugar la Familia, como ámbito donde el ser humano puede desarrollarse plenamente, con todas sus potencialidades. Opino que la formula podría ser “Empleo y Familia”. No creo que el Estado deba hacer todo (perdón “karlitos”). Eso ya fracasó, como también está fracasando el capitalismo neoliberal. Creo que si pudiéramos reconciliar a “los dos barbas” (Jesús y Marx) podríamos avanzar un poco…
Los hogares en manos de la Curia o del Estado, con el nivel de corrupción que vivimos, no son la solución, son respuestas a la coyuntura. El ámbito natural del niño o niña es la Familia, ni la Curia, ni el Estado. Luchemos para que así sea. Fui Director de un Hogar de Niños y Adolescentes y estoy convencido que el único lugar vital para un niño o niña es, insisto, la Familia. Soy docente primario y secundario y sigo convencido que la familia educa al hombre según todas sus dimensiones hacia la plenitud de su dignidad. Es el ámbito más apropiado para la enseñanza y transmisión de los valores culturales, éticos, sociales, espirituales, que son esenciales para el desarrollo y bienestar tanto de sus propios miembros como de la sociedad. En efecto, es la primera escuela de los valores sociales, que necesitan todos los pueblos. La familia ayuda a que las personas desarrollen algunos valores fundamentales que son imprescindibles para formar ciudadanos libres, honestos y responsables tales como la verdad, la justicia, la solidaridad, la ayuda al débil, el amor a los demás por sí mismos, la tolerancia, etcétera. La familia es la mejor escuela para crear relaciones comunitarias y fraternas, frente a las actuales tendencias individualistas. En efecto, el amor —que es el alma de la familia en todas sus dimensiones— sólo es posible si hay entrega sincera de sí mismo a los demás. Amar significa dar y recibir lo que no se puede comprar ni vender sino sólo regalar libre y recíprocamente. Gracias al amor, cada miembro de la familia es reconocido, aceptado y respetado en su dignidad. Del amor nacen relaciones vividas como entrega gratuita, y surgen relaciones desinteresadas y de solidaridad profunda. Como demuestra la experiencia, la familia construye cada día una red de relaciones interpersonales y educa para vivir en sociedad en un clima de respeto, justicia y verdadero diálogo. En una verdadera familia no hay lugar para el abuso, el atropello o la injusticia con los hijos.

Prof. Celestino M. Viveros